Barcelona – Una ciudad para todos los ciclos de la vida - Informe del caso de estudio

Abordar el cambio demográfico es uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las sociedades modernas, una transformación que impacta en todas las áreas de la vida y en todos los ciclos vitales de las personas.

Una perspectiva que muchos comparten es que el desafío del cambio demográfico y el envejecimiento no solo afecta a los ciudadanos de la tercera edad, sino que debe verse como un desafío para la sociedad en su conjunto que afecta a todas las etapas de la vida. Si queremos una Barcelona variada y compleja, la perspectiva intergeneracional es una condición necesaria. La perspectiva de género es esencial para redefinir el modelo de asistencia y el proceso de envejecimiento en sí entre otras cosas. Dar prioridad a la justicia social y de género supone incluir el reconocimiento y el respeto en todas las etapas de la vida, y de esa manera, superar los estereotipos que segregan a las personas e impiden que sean autosuficientes.
En el 2030 casi uno de cada tres residentes de Barcelona tendrá 60 años o más. Así es como se expresará uno de los factores del cambio demográfico, pero no es en absoluto el único.

El cambio demográfico afecta sobre todo a las mujeres. En Barcelona dos de cada tres residentes de 80 años o más son mujeres. También representan el 56 % de la generación entre 60 y 79 años.

Mayor esperanza de vida y la necesidad de cuidar a los mayores

La esperanza de vida media en la ciudad es de 83 años, con una tendencia al alza continua. Aunque la vejez no significa necesariamente dependencia, diversos indicadores muestran que las limitaciones de la vida diaria y la necesidad de ayuda aumentan año tras año a partir de los 75 años de edad, especialmente entre las mujeres. En el grupo de las personas mayores de 84 años, la mayoría de la población presenta alguna forma de discapacidad que supone limitaciones considerables para realizar actividades cotidianas (60 %). Sin embargo, la edad no es el único factor: la trayectoria vital previa y las desigualdades socioeconómicas hacen que las personas mayores estén en situaciones muy diversas.

La opción que prefieren es seguir en su casa y en el mismo barrio

El 90 % de las personas de 80 años o más afirman que, en caso de querer cambiar de residencia y poder hacerlo, elegirían su barrio actual. Por eso resulta esencial que estas personas reciban apoyo público, comunitario y familiar en un momento en el que se considera que cada vez hay más ciudadanos de la tercera edad que viven solos. Esto supone un aumento continuo de la demanda de servicios de ayuda a domicilio.

Vulnerabilidades relacionadas con la vivienda: menos seguridad, problemas de acceso y necesidades de adaptación

El 80 % de las personas de 65 años o más viven actualmente en su casa y no tienen pagos pendientes, lo que aumenta la seguridad patrimonial de los ciudadanos de la tercera edad. Sin embargo, en un contexto de precios de alquiler cada vez más caros, una separación o un divorcio (algo que cada vez es más frecuente entre personas de edad avanzada) y la reducción del acceso a la propiedad pueden provocar situaciones de vulnerabilidad residencial o la necesidad de cambiar de ciudad. Uno de los factores que también influyen en las personas que siguen viviendo en su casa es la adaptación de su alojamiento a sus nuevas necesidades, tanto en lo que respecta a las características interiores de la vivienda como a los elementos comunes.

Teniendo en cuenta todas estas consideraciones, para Barcelona es relevante tener la oportunidad de conocer y compartir experiencias y políticas desarrolladas para hacer frente a los procesos de envejecimiento. Como hemos comentado antes, estamos totalmente convencidos de que el envejecimiento es un proceso que afecta no solo a nuestro entorno cercano, sino también a la mayoría de las ciudades y zonas urbanas de Europa.

Por ello, participar en el proyecto «ESPON ACPA. La adaptación de las ciudades europeas al envejecimiento de la población: Desafíos en materia de políticas y mejores prácticas» nos ha permitido no solo conocer esas mejores prácticas desarrolladas por nuestros socios, sino también hacer pruebas y recibir comentarios sobre nuestras acciones. También creemos que hay un campo amplio por explorar en cuanto a innovación social, especialmente en las políticas de envejecimiento. Por eso, valoramos positivamente el análisis de las experiencias de otras ciudades europeas, ya que se convierten en acciones potenciales para aplicar en nuestro contexto.

Ramón Pablo Malagrida, Natalia Rosetti Maffioli

Ajuntament de Barcelona

ESPON ACPA – La adaptación de las ciudades europeas al envejecimiento de la población

Documents

ESPON ACPA city report Barcelona_ES.pdf

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